La poda sistemática de un arbusto, en donde cambiamos la forma natural de la planta, se llama Arte Topiario y como lo dice su nombre “es todo un arte”. Las plantas se forman desde muy jóvenes y se aplican distintas técnicas de poda, con distintos implementos y herramientas.
A mí me encanta la geometría en el jardín, creo que los arbustos tipo “bolita” ayudan a dar estructura y actúan como punto focal. Sin embargo, no todos las plantas son susceptibles a este tipo de poda. ¿Cuáles son los principales riesgos de hacer poda “estilo versalles” a cualquier planta y en cualquier época? Les dejo los problemas más importantes:
1) Se pierden floración y fruto ya que conservar una forma determinada implica estar podando permanentemente.
2) El exceso de follaje compacto y uniforme en la superficie de la planta inhibe la entrada de luz y aire al centro, lo que la vuelve “paluda” y envejecida antes de tiempo
3) La “maraña” de ramas secas en el centro del arbusto son un caldo de cultivos de plagas. El calor y oscuridad que se genera es un ambiente ideal para la proliferación de todo tipo de insectos chupadores y hongos
A pesar de todos estos riesgo, no es necesario ser un "topiarista profesional" para agregar mas forma y geometría al jardín. Para figuras simples y dar algo más de estructura a través de la poda, te dejo los siguientes consejos:
1) Escoger una planta adecuada. Par ello en general se usan boj, laureles, mirtos, romeros o en general plantas que tienen un follaje compacto y uniforme.
2) Evitar podar de esta manera arbustos cuyo principal atractivo sea la floración, por ejemplo abelias, nandinas, diosmas o spireas, ya que la poda permanente evitara la formación de las flores y no podremos disfrutar de ellas.
Abelia en flor versus Abelia podad en misma época
3) Abrir el follaje de la planta y hacer “entre sacado” de ramas, de manera de dejar pasar algo de luz y aire, así evitamos plagas.
4) Por ultimo, escoger plantas que tengan un follaje “geométrico” de manera natural. Yo por ejemplo, uso bastante los Hebe vernicosa, ya que crecen naturalmente en forma de bolita.
A mi modo de ver, en un jardín lo más sabio es “dejar a la naturaleza ser” y sólo administrar, guiar y cuidar. A la larga, el control excesivo de la naturaleza nos agota, frustra y nos priva de disfrutar.