También conocidos como geranios o pelargonios, ¿es idea mía o antes los veíamos por todas partes?. Por algún motivo parece que ya no son la planta favorita de jardineros o paisajistas.
Dejando modas fuera, a mi me encantan. Aquí les cuento por qué:
1) Son todo terreno: los he visto crecer a pleno sol y también a la sombra. Se adaptan a cualquier tipo de suelo y no necesitan maceteros tan profundos. Ojo eso sí, al igual que la gran mayoría de las plantas necesitan buen drenaje
2) Bajo consumo de agua: son muy resistentes a la falta de agua
3) Gran variedad de colores y variedades: si eres colorinche, estarás en tu salsa con la gran gama de rosas, violetas y rojos. Los más sobrios también existen opciones más “nude” con colores blancos y crema.
4) Son muy fáciles de multiplicar: sáquele una patillita (esqueje o ramita) al vecino, la entierra en su jardín y en un par de semanas comenzará a brotar.
5) Floración muy extensa: en Santiago y la zona central florecen prácticamente todo el año.
6) Muy versátiles: se adaptan por igual a estilos más campestres o elegantes. Sus usos van desde zonas rurales hasta balcones en los edificios más elegantes en París
La verdad es que cada vez que veo un balcón bonito y colorido es porque tiene cardenales. Así que si quiere agregar vida y color a ese balcón o terraza, váyase a la segura con uno de éstos
Les dejo unas fotitos para que vean lo lindo y versátiles que son.
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