No es por ser snob, pero no tolero el café instantáneo. Tampoco es que sea muy “fina“, pero desde que me dio un tiempo por tomar café de grano solo, sin azúcar ni añadidos, no pude volver a mi vida anterior. No tomo nada muy complicado ni caro, soy feliz con un Café Caribe molido hecho en una cafetera americana, nada de cápsulas ni cosas muy sofisticadas, tampoco agregados como vainilla, caramelo u otro “aliño” rebuscado.
Como soy una plantlover declarada, además me encanta ya que es bien sabido que los restos del café son muy útiles para las plantas, así que al tomarlo en su estado puro podemos aprovechar aún más las bondades de este maravilloso brebaje.
Ahora que hay más tiempo, un día me puse a averiguar por qué es bueno el café para las plantas, segun yo era porque acidificaba el suelo pero ¡no!, ¡error! . Al pasar por el proceso de filtración, el café nivela bastante su PH así que el tema de la acidez queda descartado.
Algo que desconocía completamente era que los granos del café tienen un alto porcentaje de nitrógeno y potasio, ¡justo los componentes mas necesarios en las plantas!.
Por otro lado, este material al ser mezclado con el sustrato actúa como un retenedor de agua, contribuyendo así a mantener la humedad por más tiempo.
Por si fuera poco, otro beneficio es que es útil para combatir a las babosas, ya que el café es tóxico para ellas. Se cree además que atrae a las lombrices, chiquillas muy populares últimamente por la labor que cumplen en la nutrición y oxigenación del suelo.
¿Cómo utilizarlo?
Varios jardineros sabiondos del ciberespacio opinan que lo mejor es mezclarlo con el compost directamente. Otra manera es diluir una cucharada de café en un litro de agua, colar el sedimento y aplicar. En mi caso, yo lo hecho a la compostera o directamente en el suelo, sobre el mulch. Hasta el momento he tenido super buenos resultados y se ha notado.
Estoy empezando a creer que la adicción a las plantas está íntimamente asociada a la del café... ¿son ustedes fieles cafeteros como yo?